martes, 13 de noviembre de 2007

Esperanza Fustrada


Roberto se levanta de su cama bien temprano en la mañana, con la esperanza de tener un mejor día, de que el día de hoy será mucho mejor que el de ayer, sale con el poco dinero de la venta del día anterior, se despide de su esposa y su hija y hace lo habitual, lo mismo de siempre, ir al mercado para abastecerse y proseguir con el día vendiendo frutas en la calle, a cuesta con su medio de transporte, su triciclo, Roberto continua la marcha.

Llegando a una esquina se da cuenta de que unos sujetos de aspecto raros lo están persiguiendo en un motor, acelera la marcha para poder llegar hasta donde hallan mas personas, pero es imposible, rápidamente los tipos se le cruzan al frente haciendo frenar a Roberto quien con gran temor a lo único que atina preguntar es que esta pasando…Rápidamente el sujeto que viene en la parte trasera del motor se desmonta y con pistola en manos hace desmontar a Roberto de su Triciclo, le indica que le entregue todo el dinero a lo que Roberto le pide que por piedad lo dejen seguir su camino, lo dejen marcharse a trabajar, Los ladrones siguen insistiendo por el dinero que tiene Roberto y este lo sigue negando por todos los medios y pidiéndole que lo dejen en paz, el ladrón que tiene el arma de fuego se desespera al ver las negativas de Roberto y apuntándolo comienza a rebuscarle por todas partes el dinero que tanto le había negado hasta el momento Roberto, se encuentran en uno de los bolsillos el dinero de la compra de los productos y rápidamente lo sacan del pantalón de Roberto, quien se enfrasca en un forcejeo con el ladronzuelo para que no le lleve el dinero, Roberto se defiende como un verdadero hombre y rápidamente saca un cuchillo que llevaba en su cintura, y de una manera bastante rápida le clava el cuchillo en un brazo al Ladrón, su compañero al verlo herido saca un arma de la espalda y sin pensarlo dos veces hace varios disparos a quemarropa impactando de una manera sorprendente a Roberto quien cae al piso por los fuertes impactos de las balas recibida.

Todo transcurre en un pequeño lapso de tiempo, por lo que le da tiempo a los ladrones emprender la huida, Roberto en suelo agonizando, desangrándose, viendo a los curiosos pasar y preguntar por la suerte de este señor, quien se había levantado tan temprano, había pedido a Dios tener un mejor día y fue todo lo contrario, por defender lo suyo encontró la muerte.

Diariamente a cada momento pasan casos como este, sales de tu casa con todo el deseo del mundo de querer trabajar, de querer lograr cosas, sacar a tu familia honradamente hacia delante y fácilmente te puedes encontrar con la muerte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso cada quien debe de vivir su vida al maximo, disfrutando cada momento y compartiendo sentimientos qe aun se valoren despues de la partida de este mundo..

Sabiendo que por todas las cosas te juzgara Dios!

El Cacique dijo...

Claro, vivir cada dia como si fuera el ultimo. Con intensidad y responsabilidad